Ojeando fotos como capítulos de un
libro,
recordando tiempos que no fueron
vividos.
Llegando a mundos prohibidos de tu
mano,
a países de nunca jamás donde nos
dejamos tanto.
Grabando cada cicatriz de tus
perfilados labios
como cortometraje de lo que dejaron
escapar mis manos.
Se perdieron las historias en negativo
que no revelamos
en el agua que ya no te bailo, de la
lluvia en la que nos empapamos.
Pudimos haber sido
tanto y nos quedamos
en el “¿Cuándo?” y
nos desgastamos tanto
que no supimos
medir lo nuestro en un “¿Cuánto?”
haciendo inventario
de nuestros perdidos abrazos
Como cardenales de
esos que no dejan brillo,
como besos que se
pierden en un “nunca olvido”
Llenamos aquella
habitación de miradas y suspiros,
cuando parábamos el
tiempo, cuando lo hicimos tuyo y mío.