Nunca he sido de esos chavales que
tienen traumas infantiles con la oscuridad,
el pavor irracional a lo que
no vemos,
la desconfianza hacia el mar
o a los caminos de los que su final desconocemos.
o a los caminos de los que su final desconocemos.
Que nunca he tenido miedo,
y me resulta extraña esta inquietud al sentir su presencia.
Que nunca pensé que algo tan insignificantes como
sus dudas,
su infinito interrogante,
su intriga en los labios,
pudiera hacerme sentir tan vulnerable.
Tan de cartón y piedra.
Tanta impotencia.
y me resulta extraña esta inquietud al sentir su presencia.
Que nunca pensé que algo tan insignificantes como
sus dudas,
su infinito interrogante,
su intriga en los labios,
pudiera hacerme sentir tan vulnerable.
Tan de cartón y piedra.
Tanta impotencia.
“Los días rojos son terribles,
de repente tienes miedo y no sabes el por qué”
Y no sé que me duele ahora
mismo más,
si sujetar esta taza de café
ardiendo con el calor que hace ahí fuera,
si esta falta de aire por el
viento que ha dejado de correr entre estos pasillos,
si tener que seguir estudiando
a las 3:00 de la madrugada o
esas marcas que dejaste en las
comisuras de mis labios anoche.
Me apetece volver a besarte,
que ironía.
Aunque si nos ponemos a hablar
de ello,
tengo que decir que lo más irónico de todo esto
es que la única razón por la que
me vea andando por la cuerda floja,
en este día dibujado en escala
de grises,
sea la persona
capaz de salvarme de todo
esto.
Porque llegados a estas alturas,
no me pensaría ni dos veces en tirarme por el acantilado de su boca.
no me pensaría ni dos veces en tirarme por el acantilado de su boca.
Seamos sinceros, si sus labios fueran una trampa mortal
a muchos les empezaría a importar un poco menos todo eso de la inmortalidad.
No hay palabras para
explicar ese “ quien ” que consiga hacer la función correcta del pronombre “ tú ” en estas frases.
Por eso de ella me limitaré a decir lo necesario.
Por eso de ella me limitaré a decir lo necesario.
Ella a veces puede ser como
ese beso en la comisura
seguido de un hasta nunca,
como ese punto y final al que
no le siguen otros dos...
esos en los que solo creen
idiotas como yo.
Ese
Adiós
Sin un
Hasta luego.
Hay días que ella puede ser
ese nuestro todo que al final acaba.
Siendo nuestra rabia por
quedarse sin nada.
A lo mejor son solo
confabulaciones mías,
pero esta noche asesinaría a
cualquiera por meterme entre sus sabanas.
No quiero morder la vida,
quiero que la vida me muerda a mi
con sus dientes.
Ella es lo que sucede en tu
vida
cuando se deja al azar
jugar en el patio de atrás.
Ella es como esa dulce venda
que llevo ahora en mis ojos
en el momento de cruzar todas
estas calles
apostando que el semáforo no
estará en rojo.
Ella es de esas de las que
todo el mundo habla siempre
pero nadie ha visto jamás,
y estoy seguro de que si os la
cruzaríais por la calle
no dudaríais en salir
corriendo detrás.
Ella es cualquiera de esas que verías en un bar
y estaríais de acuerdo conmigo
en que
cualquiera
no es un término que vaya mucho con ella.
cualquiera
no es un término que vaya mucho con ella.
Si, de esas, de película, para
que lo entendáis todos:
por la que rebobinarías la
cinta una y otra vez.
La misma que calienta las bebidas de la barra
para luego no volver,
porque ella sigue siendo eso al fin y al cabo, algo efímero.
“Un gato sin nombre ni dueño.”
para luego no volver,
porque ella sigue siendo eso al fin y al cabo, algo efímero.
“Un gato sin nombre ni dueño.”
Ella es un poco todo eso y un
poco nada,
el sabor de la hiel,
el sabor de la hiel,
la miel en los labios de aquel
al que se la acaban privando.
Un desconocido al que crees
conocer muy bien.
El río que se torna en sangre.
El alcohol en la herida.
La rosa y sus espinas.
Algunos versos de sabina.
El silencio y un compás.
Bailarle el agua y la misma sed.
Un aguacero en el desierto.
Un millón de agujas por la
espalda terminando en escalofrío.
La reconoceréis por la tinta
negra en su muñeca izquierda.
Le corre poesía por las venas.
Le corre poesía por las venas.
Estoy intentando ser un millón de personas más…
que tú quieras que sea
“dime lo que quieres y lo seré
por ti”
Supongo, que si existe el
amor, tiene que ser parecido un poco a eso de dejarse vencer por alguien a
quien no le hace falta que le expliquen cómo hacerlo, sabe de sobra como
ganarte.
Todos los libros me hablan de ti desde hace meses,
de la
estupidez de los idiotas que creemos que podemos cambiar el mundo con unas
cuantas palabras, o evitar su fin, que para mi viene a ser lo mismo que el día
en que la conocí. Pues bien:
El fin del mundo
tiene que tener sabor a carmín
y sonar como un
par de tacones subiendo las escaleras.
Y deben de ser
suyos.
Tú no me has visto hablar de ti,
rozar el silencio con tú nombre es algo más que un eco.
Tú no me has viso hablar de ti,
pero los que si lo han hecho saben que no es cosa de versos.
No sería capaz de explicarlo en un texto.
Tú no me has visto hablar de ti,
rozar el silencio con tú nombre es algo más que un eco.
Tú no me has viso hablar de ti,
pero los que si lo han hecho saben que no es cosa de versos.
No sería capaz de explicarlo en un texto.
Las 4:00, pasa el camión de la
basura, como siempre a esta hora.
Y yo sigo andando de puntillas
para no romper nada.
Los platos están rotos,
las vajillas enteras desechas.
Sus piernas son las quimeras
que dejan las espinas para los
locos
y las rosas para ella.
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Picture from Sara Bueno |
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