"Un beso y te vas"
Una frase me retuvo en tu portal 365
días no consecutivos.
<<
Te has
agarrado de mi mano esperando que me aferre a la tuya de igual modo,
pero aun no
te doy el suficiente miedo para todo el que tengo.
Y te la he
soltado.
Pintas horizontes
en las paredes de esta habitación
que no deja
de ser una cárcel.
He fingido no
escuchar un "te quiero"
al que no
podía responder.
>>
No me perdoné no darme la oportunidad
de dártela.
No te perdonaré la franqueza de tus
palabras.
No hemos dejado de buscarnos el uno al
otro
cuando el uno o el otro
no buscaba nada.
El sabor de la amistad es muy amargo
porque hace nada comía caramelos en
tus labios.
Y no soporto tu mirada de vuelta como
si no fuese a haber ninguna más.
Como si no supieras que, si ahora no
fuese este momento,
no hubieras intentado volver a abrir
grietas imposibles en mis ojos.
Reconozco que
he llegado tres veces tarde al número
14 de tu calle.
Y no hay enredaderas hasta la sexta
cornisa de tus costillas.
Pero sigo recordando que un charco de tinta en el borde de
tu boca
tenía la suficiente literatura como
para hacerme parar de escribir
cada vez que posabas tus labios sobre
los míos.
No hubiese sabido trazarte ni una sola
letra y nunca me he sentido mejor escritor.
Recuerdo esperar impaciente.
Recuerdo esperar impaciente y desvestirte lento.
Recuerdo y eso es lo peor.
A la altura de un restaurante lleno de
asiáticos
sentenciaste los 365 días no consecutivos
que esperé en tu portal
Y aun no sé por qué no llamé ni una
sola vez.
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