domingo, 8 de marzo de 2015

365 días




"Un beso y te vas"


Una frase me retuvo en tu portal 365 días no consecutivos.


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Te has agarrado de mi mano esperando que me aferre a la tuya de igual modo,
pero aun no te doy el suficiente miedo para todo el que tengo.
Y te la he soltado.

Pintas horizontes en las paredes de esta habitación
que no deja de ser una cárcel.

He fingido no escuchar un "te quiero"
al que no podía responder.

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No me perdoné no darme la oportunidad de dártela.
No te perdonaré la franqueza de tus palabras.

No hemos dejado de buscarnos el uno al otro
cuando el uno o el otro
no buscaba nada.

El sabor de la amistad es muy amargo
porque hace nada comía caramelos en tus labios.

Y no soporto tu mirada de vuelta como si no fuese a haber ninguna más.
Como si no supieras que, si ahora no fuese este momento,
no hubieras intentado volver a abrir grietas imposibles en mis ojos.

Reconozco que
he llegado tres veces tarde al número 14 de tu calle.
Y no hay enredaderas hasta la sexta cornisa de tus costillas.

Pero sigo recordando que un charco de tinta en el borde de tu boca
tenía la suficiente literatura como para hacerme parar de escribir
cada vez que posabas tus labios sobre los míos.

No hubiese sabido trazarte ni una sola letra y nunca me he sentido mejor escritor.



Recuerdo esperar impaciente.
Recuerdo esperar impaciente y desvestirte lento.
Recuerdo y eso es lo peor.

A la altura de un restaurante lleno de asiáticos
sentenciaste los 365 días no consecutivos que esperé en tu portal

Y aun no sé por qué no llamé ni una sola vez.







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