domingo, 5 de mayo de 2013

Mama



La única mujer de verdad
las otras son solo meras damas.
La que siempre estuvo ahí
acompañándome mientras crecí.

Me dio la vida y me dio a mi hermano,
me aguanto y soporto durante estos años,
me ayudo con los números y con las letras
y confió en mí aun que los demás no me creyeran.

A la escuela de su mano fui
en Vespa después el camino recorrí,
e incluso en autobús. Me ha llevado
siempre a donde haya necesitado.

Vi que creíste en mí, que pensante
que podría llegar a ser lo que me propusiera
y solo quise que estuvieras orgullosa de mí
rompiendo todas las barreras que pusieran.

Deberíamos aprender de ti
y ser como tú eres,
eres la alegría de la casa,
aun que de vez en cuando nos regañas.

A pesar de que lo demuestre muy poco
te quiero y admiro más de lo que crees,
ya no soy un niño pero el cariño es el mismo
y no sé qué será de nosotros cuando no estés.

Pero hasta entonces una eternidad a de pasar
y muchas sonrisas todavía han de brotar.
Espero que te haya gustado mi regalo
te mereces esto y mucho más
por haberme querido tanto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario