lunes, 15 de julio de 2013
14
¿Por dónde empezar la noche a contar?
Basta con decir que no quería verla terminar,
ni tampoco a la peli de miedo que nos acompañaba.
Tumbados en el sofá mientras tus dedos me ataban.
Mientras nos hablaban los silencios y entre susurros
las palabras en forma de ironía hicieron mis ojos tuyos.
La oscuridad nos acompañaba, apagábamos las lámparas,
ahora tienes la rima que pediste, la que tanto deseabas.
Te devolvía tu anillo de las azules rocas
de la suerte, la que hallo cuando me rozas.
Me quitaste el reloj rozando nuestras bocas
y te hiciste con mi segundero y con todas mis horas.
Entre las sombras me dejas en los labios arañazos
jugando con tu pelo nos mordemos y nos hacemos daño.
Usando el reflejo de tus ojos como negros espejos
mientras el ruido de la peli tapa el sonido de tus besos.
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