Lluvia de meteoros en el cosmos
nos salpica el polvo de estrellas y
sus restos
en estos textos cruzando la
constelación de Perseo.
Hoy sin tus besos creo que es mejor no
mirar al cielo.
Entre rezos y deseos de tus ojos…
Que entre cada estrella no me encuentre
que sobro,
que las mariposas no me llenen el
estomago demasiado pronto,
que no parezca un tonto entre rotos de
mis esbozos,
que se busquen nuestras bocas hasta
que el cielo se bañe de rojo.
Que nunca me quede sin versos
cuando hablo de que si te vas llega el
invierno.
Que no pienses que hablo demasiado
ligero
cuando digo que prefiero llenar este
cielo de tus pestañeos.
No quiero que entre líneas resbalen
mis dedos
cuando las palabras tiemblan y escribo
presto
que afirmo que solo hay un camino
recto
y pienso que es el único que lleva
hasta tu pecho.
“Déjame mostrarte cuantos besos
pueden caber esta noche en tu cuerpo”
Que al final solo querremos jugar
a tentar a la piel sin tener que
hablar,
no decir una palabra de más y explicar
que al mirar me dejaste sin respirar
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