domingo, 13 de abril de 2014

espinas milimétricas



Alto! Te ruego mientras me atas las manos,
me amordazas el lenguaje con vendajes
y me quedo aquí parado, envenenado
por el hechizo inherente en las agujas de tus labios.

Besos de aguja, tacones de carmín intoxicado,
esta vez nada es demasiado.
El amor esta como camuflado,
estáis desojando todas las flores
mientras a él le están ahogando.
Y es que no se si te ha quedado claro
que aquí hemos venido o a caer o a salvarnos
pero a la vez y ambos.
Al fin y al cabo el mejor camino de vuelta a casa
seguirán siendo tus manos.

De tú cielo a mi caída solo hay una barandilla.
De diferencia.
Te pongo la que hay entre tus silencios y mi métrica.

La vida aprieta,
Pero tú,
Tú sí que ahogas joder.


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