miércoles, 13 de noviembre de 2013

27 de octubre

27 de octubre, un día cualquiera de otoño,
esta noche ganan una hora durmiendo todos,
yo la voy a perder escribiéndote un trozo
de lo que se me ocurrido cuando volvía al piso solo.


Tendría que escribir sobre venideros días y no perderme entre los laberintos de tus ojos,
no pensar más ninguna de esas tonterías que me hacen más torpe y tonto.
Pero ya ves, yo siempre estoy dispuesto a romperme los esquemas si es con tus uñas,
siempre estoy atento a las miradas y a las palabras si son tuyas.

Me dio por pensar que fue lo que rompió todo,
que hizo que de ser mía pasaras a solo volverme loco.
Y me intriga el no saber que es ese misterio de novela que me ciega,
esa trama que me dejo sin vistas ante el paisaje de tus piernas.


Continuará muy pronto…

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