Odiarte por 10 razones,
o intentar encontrarlas.
Que lo veo jodido.
Odiar,
que verbo tan repulsivo.
La única respuesta que encuentro
cuando busco el olvido.
Y es eso lo que ando intentando,
rebobinar hasta algún lugar
donde olvide la idea
de seguirte hasta tu ombligo.
Y en eso sigo, en correr por el filo de tu cuchillo,
y hacerlo descalzo, porque me siento como en casa.
Y andar por el borde de tus bolsillos,
a ver si te da por buscar en ellos o por echarme en falta.
La distancia también puede ser gigante teniendo a alguien a tu
lado sentado,
la palabra todo se queda pequeña en tus labios.
La línea que une tus ojos a mi realidad no conoce de horizontes
pero se de sobra que matarías a cualquiera
con solo mirarlo.
Eres ladrona
De unas horas
Que no te pertenecen
Eres dueña
De una tregua
Que se quedo pendiente
Después de este caos
estoy empezando a dudar
de si volverá la calma,
me volveré a la cama
con la sensación de no haberte dicho nada
y habértelo dicho todo
con algo más que palabras.
Quizás esta vez tu mirada
entienda
lo que no sabe decir mi voz atrapada
Me tapo los oídos, cierro los ojos,
e imagino no sentir nada.
Escucho el ruido del flujo en mi garganta,
y es que estoy con el agua al cuello,
con el miedo por corbata.
Estoy entre la espada y tus labios,
y aun dudo entre que elegir
porque no se qué me haría más daño.
Estoy entre tu espalda y la pared,
y me siento de todo menos atrapado.
Trepando
hasta llegar a tu cuello,
se diluye entre tu pelo
ese secreto que sellan mis versos,
que no es más que el deseo
de volver a vernos.
De pasar de un palmo a una planta
De un suspiro a una avalancha
Siéntete observada, mientras miro como hablas,
Esa forma que tienes de mover los labios
Como si no te importara una mierda el aire
Como si fuera de cartón
Como si él no supiera, como se yo,
Que se va a terminar acabando
esta vibración
que origina terremotos,
abre brechas en la tierra,
y hasta mis oídos serpentea.
Cuando nos damos cuenta de las cosas,
siempre es demasiado tarde para reaccionar,
por eso estoy alargando todo esto un poco más,
para ver si así lo empiezo a entender todo.
Que lo entienda quien lo quiera entender.
" 10. Te odio sobre todo porque, aunque lo desearía, ni odiarte un poco puedo."
Algún día llegarás a odiarla, y después de eso, te tranquilizarás y te resultará indiferente.
ResponderEliminarY no sé qué es mejor, yo preferiría que me odiaras. Si hay rencor hay segunda parte.
Te dejo mi blog por si te apetece: www.fueenunaciudadsinmar.blogspot.com