lunes, 26 de agosto de 2013

Tal vez...

Tal vez no necesitemos señales del universo, tal vez no necesitemos darle sentido a cada pequeña cosa, tal vez no necesitemos al universo para que nos diga lo que realmente queremos, tal vez nosotros ya lo sabemos muy en el fondo.

“On me dit que le destin se moque bien de nous”

A veces...

A veces hacemos un pozo en nuestra mente y metemos a una persona dentro. Pero luego nos damos cuenta de que somos nosotros mismos los que estamos dentro de ese pozo, y por lo tanto, los únicos capaces de sacarnos de allí.

lunes, 19 de agosto de 2013

...esas son las noches.

Después de estos días, que se pasan volando,
volverme adicto a tú risa de actuación de teatro,
que aparecen las prisas y llego tarde a este ensayo
donde tus labios protagonizan cada acto en el escenario.

Volvemos a quedar un día 14…noche de cine
se abre el telón mientras juego con tus ojos al despiste.
Luces, ¡acción! Juntos en aquel sillón,
la tenue luz nos arropa, inunda la habitación.

Películas de niños en la pantalla,
yo mientras leo despacio el guión en tus pestañas,
lectura en Braille sobre tu piel en plena madrugada
y mis palabras no consiguen formar ninguna palabra.

Comiendo oreos por las calles a deshoras
paramos en el portal número 5 de tú boca.
Yo intento robar para ti del vecino una rosa.
Subimos a por tú ropa y recoges tus cosas.

Cojo el primer post-it amarillo que veo
y mi mano escribe mientras te leo:
“Esta noche pienso echarle más arena
a nuestros relojes para estar más tiempo juntos”

Terminamos la noche con una de miedo
agarrados en el sofá como niños pequeños,
tú por el terror de la peli…de momento,
yo por el nuevo día el cuál te llevará lejos.

Nos acostamos juntos en aquella cama
Nos despertamos juntos jugando entre las sabanas.
Seguías allí, no era todo un sueño como pensaba.
Entre besos y mordiscos, entre caricias y arañazos

                                                                                   …entre tus manos y tus labios me desarmas.

miércoles, 14 de agosto de 2013

14

Lluvia de meteoros en el cosmos
nos salpica el polvo de estrellas y sus restos
en estos textos cruzando la constelación de Perseo.
Hoy sin tus besos creo que es mejor no mirar al cielo.

Entre rezos y deseos de tus ojos…

Que entre cada estrella no me encuentre que sobro,
que las mariposas no me llenen el estomago demasiado pronto,
que no parezca un tonto entre rotos de mis esbozos,
que se busquen nuestras bocas hasta que el cielo se bañe de rojo.

Que nunca me quede sin versos
cuando hablo de que si te vas llega el invierno.
Que no pienses que hablo demasiado ligero
cuando digo que prefiero llenar este cielo de tus pestañeos.

No quiero que entre líneas resbalen mis dedos
cuando las palabras tiemblan y escribo presto
que afirmo que solo hay un camino recto
y pienso que es el único que lleva hasta tu pecho.

“Déjame mostrarte cuantos besos
pueden caber esta noche en tu cuerpo”

Que al final solo querremos jugar
a tentar a la piel sin tener que hablar,
no decir una palabra de más y explicar
que al mirar me dejaste sin respirar

lunes, 5 de agosto de 2013

...continuando

Tengo a boli y lápiz acostumbrados
a las horas a las que se acuestan los extraños,
justo cuando nos visita la puta de la nostalgia,
el color de tu pelo y la melancolía inundan la sala.

El tacto siente la madera amarilla y negra,
el folio el duro grafito y cada palabra terca,
cada una que te recuerda, cada una de ellas
me aprietan en la sesera sin ninguna prudencia
hasta que me liberan cuando les doy rienda suelta.
Entre tus labios encuentro una escondida pureza
para mis versos que te buscan y te esperan.

Cada irritante frase hecha hoy es bella
no por merito propio sino porque hablan de ella,
de que era el “opio” del poema y de mi forma de verla.

Cada triste verbo de cada frió invierno
Convertido en dulce otoño cuando de tu mano paseo.
Poemas que solo saben hablar cuando te echo de menos
solo de largos y tristes días, vistiendo de negro folios feos
llenos de rencor, orgullo y oscuros versos.

Nunca te he contado lo que encontré yo en tus besos
ni de cómo conseguiste dejar un día mis ojos secos,
de cómo me diste horas entre muchos de mis sueños
en los que te habría escrito lo mejores textos.

Nunca te dije un sincero te quiero
y cuando lo sentí ya estabas muy lejos.
No creo en dichos creo en hechos
pero no valoramos nada cuando lo tenemos.

Intento coserme cada herida con hilos
pero quién sabe dónde está la línea
que divide el libre albedrío de nuestro destino.
Soy todavía un niño que con mis decisiones no atino
con cada pelea a mi propia muerte asisto
cuando sin cordura mis palabras afino

He dicho tantas veces que nada busco
otras tantas que con poco que encuentro me asusto.
Clavando palabras con un cuchillo de filo obtuso,
cuidando cada detalle para empezar a ser algo tuno o astuto,
esperando miles de respuestas si en palabras me desnudo,
escritas frases ligeras de olvido y vestidas con mi puño
al decirte que tus ojos son muy poco oportunos
pero que todavía no he vuelto a ver ningunos como los tuyos.

sábado, 3 de agosto de 2013

Continuará...

...el tacto siente la madera amarilla y negra
   el folio el duro grafito y cada palabra terca
   cada una que te recuerda,cada una de ellas
   que se acuerdan de tu desnuda silueta
   que me aprietan en la sesera sin ninguna prudencia,
   hasta que me liberan cuando les doy rienda suelta...
   

viernes, 2 de agosto de 2013

Hogueras

Después de tanto tenemos que vernos.
Después de que haya pasado tanto tiempo.
Después de cruzarnos y ni mirarnos.
Después de tanto, tener que encontrarnos.

Decirte que no existía otro remedio
para poder quitarte de en medio.
Rebosando la conversación de tedio
mientras en tus ojos me pierdo

Porque lo que se quiere olvidar
siempre está de más
siempre sobra.
No querer llevarme de la vida más tortas
cuando por alguien quería apostar
algo más, prestarte sin más todas mis horas

Tu actitud no me ayuda a borrar con goma
días que en mi tacto te añoran.
Tomas mis palabras y con ellas haces un nudo
en mi estomago poniendo a este cuento puntos

Interpretando palabras que no decimos,
imaginando las que quiero para mis oídos.
Evitando el roce de tus ojos con los míos
para evitar recuerdos que creía perdidos

Sin hablarnos diciéndote al oído
que ya por ti una vez perdí mi sino.
Que no quiero soñar como ya lo hice contigo.
Deseos perdidos entre polvo de barridos “olvidos”