domingo, 28 de septiembre de 2014

...o como no saber decir adiós.


Te he vuelto a escribir, y esta vez diferente a todas las demás
Porque es la última.

Seguramente queden estigmas imborrables en mis manos después de esto.



Tal vez no pueda elegir
si continuar con esta historia
pero si puedo decidir como terminarla.

Antes de que acabe conmigo.



Déjame hacerlo mal una vez más.


Cómo no voy a saber ni donde pisar ahora
si una vez caminé a tientas por tus manos,
quemé con letras los espacios en blanco de tu piel
y las leí en braille en tu espalda:

"Esta en una nota de suicidio
que nadie más te escribiría así,
si,
estoy pensando en morir por ti"



Me tumbé en tu pecho y escuche tu dolor latiendo dentro.
Y lo llamé hogar.

Puse a tu nombre esta ciudad
y camine descalzo por las calles sobre el frió suelo,
pisando los
cristales que dejabas a tu paso.

Tus costillas se convirtieron en las cornisas de los edificios
en donde me sentaba a esperar mi suicidio.


Tus dedos eran la soga que me ajustaba al cuello en cada texto.

Sentí la condena de la boca del cañón de tus enigmas en mi nuca
y la distante dulzura de los restos de pólvora en tú piel.


Imagina mis manos intentando cerrar
la tierna cicatriz que otro dejo en tu pecho.
Imagínate cosiéndome a tu vida,
saturando con puntos de incertidumbre
mis manos a
tus clavículas.





Que si, que puede que yo sea la única persona que no sabría pasar un minuto contigo y aceptarlo como último,
pero también soy ese que se niega a no pasar un segundo más a tu lado.
Me gustaría explicarte por qué.

He intentado hacerlo
y ojala pudieras ver(te) a través de mis ojos.


"¿Qué va a ser ahora del ahora y del mañana cuando se sabe que no habrá más?"


Tienes mucho que ver con esa magia invisible que me enseña
a respirar hacia adentro y a controlar los golpes del corazón
cada vez que te veo y se me sale por la boca.

Te escucho con silencio de no aceptar un no por respuesta.
Te escribo con la voz ahogada de quien tiene claro que no hay más cuestiones.

No sé si me entiendo. Seguramente que no.
Que torpes mis labios pidiendo un último beso.

Todo final implica un comienzo
y este es solo el principio.
Del fin.
Te lo aseguro, ya me había convencido. Pedí a gritos un final.
Me había prometido no pensarte más.

Y es todo mentira.


Aun quedan restos de pólvora en tus manos,
pero esta noche
"lo único que sonará a disparo"
será tu ausencia.

Ven
y ciérrame los ojos, si quieres, con tus labios
mientras te confieso con voz lacera al oído:

"Lo que más me gusta del daño son tus huellas"



Te irás
y desconoceré en qué instante empezó el invierno,
dejándo por incertidumbre en que momento acabará.

Te has vuelto a convertir en una desconocida.


En el insomnio de cada noche
me obligaré a respirar los restos en ruinas que quedan de ti.
Hasta ahogarme.
Jugaré en mi recuerdo con los besos que nos quedaban.


¿Sabes?
Perdí la que era mi parte inmortal
por rozarte una vez más.

Si, prefiero que me destroces.
Pero vuélvemelo a preguntar, por favor.



"Me gustaría desnudarte, una vez más, tan despacio
que parezca que aun nos queda tiempo."



Intento retener tu última imagen. Alejándote. 


Me despido, te doy las gracias.


" Y yo te pinté alas tantas veces que supongo que viví esperando que un día,
sin más, echaras a volar."



sábado, 27 de septiembre de 2014

"Conté hasta 3"

<<...en el insomnio de cada noche
       me obligaré a respirar los restos en ruinas que quedan de ti.
     Hasta ahogarme.
      Jugaré en mi recuerdo con los besos que nos quedaban.>>


<<...si, prefiero que me destroces.                     
     Pero vuélvemelo a preguntar, por favor...>>










"Si al despertar,siguiera allí..."






domingo, 21 de septiembre de 2014

Excelsior






Presta atención a las señales.
Si no te aferras a un momento como este pasará por tu lado y entonces te parecerá una maldición.
La vida te está retando justo ahora y justo aquí.